Apr 08

La Soledad

Date and Time

April 8 - 12 2024 PDT

Location

Online event

Co-ordinator

Krishnamurti Center Ojai
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About This Event

La Soledad
Un programa de estudio online en profundidad


La soledad es un sentimiento que nos ha acompañado desde el principio de los tiempos y que en nuestra época se ha convertido en una seria preocupación existencial. Debido, en primer lugar, al desarrollo de nuestras actuales sociedades industriales, urbanas e individualistas, y más recientemente al confinamiento forzoso de la pandemia, ha adquirido una nueva urgencia tanto personal como colectiva. La soledad forma parte del espíritu de nuestro tiempo y afecta a jóvenes y mayores por igual. Debido a sus efectos patológicos, se considera cada vez más como un riesgo para la salud pública. La soledad es una sensación de aislamiento, cuyas causas se extienden por toda la amplia red de nuestras relaciones. Nuestra sociedad, con su ambición y competitividad, genera una gran alienación, al igual que nuestra arraigada actitud egocéntrica. La soledad es,  en consecuencia, un portal al descubrimiento de las causas más profundas de nuestra carencia de comunión con los demás y con la vida. Sin embargo, nuestra tendencia es a huir de la soledad, pues la experimentamos como algo doloroso. Esta fuga de la soledad. es una evitación del encuentro vital con nosotros mismos. Aunque no sea aparentemente fácil, permanecer con la soledad y comprenderla a fondo es un paso esencial hacia la disolución de los factores de aislamiento. La soledad entonces abre una puerta al recogimiento interior y al descubrimiento de una unión posible con la totalidad e inmensidad del ser. Durante este retiro examinaremos los factores sociales, así como las causas emocionales y psicológicas que conducen al aislamiento y reflexionaremos juntos sobre el profundo significado e implicaciones de esta experiencia universal de la condición humana.


Programa:


1. El Panorama de la Soledad:


La soledad es una sensación de vacío, de desconcierto, frustración y desarraigo, de no estar relacionado con nadie ni con nada. Psicológicamente representa la toma de conciencia del aislamiento inherente al yo. Lo normal es huir de este sentimiento doloroso mediante toda suerte de actividades, identificaciones y apegos. Esta fuga nos atrapa en un círculo vicioso que nos devuelve al punto de partida. O sea que no salimos del aislamiento huyendo de la soledad. Sabemos, por otro lado, que la vida es relación y que no se puede vivir en el aislamiento. Estar relacionado significa estar en contacto, en comunión con las cosas, las personas y las ideas. La relación es el espejo en el que podemos vernos y comprendernos a nosotros mismos. La falta de comprensión de la relación es lo que causa división y conflicto, lo que conduce al aislamiento y la soledad. Hemos intentado rellenar el vacío de la soledad por todos los medios y sólo hemos conseguido encubrirlo. El reto en afrontar la soledad se debe a las palabras con las que la asociamos. El pensamiento es lo que asocia el dolor y el miedo a la soledad. Una vez se aprende a observar sin nombrar, sin asociar, este sentimiento se transforma. Trascender la soledad es esencial para descubrir la unidad relacional e interior, la unión con la totalidad del ser.


2. Factores Sociales de Aislamiento


Experimentamos la soledad como una emoción subjetiva y desagradable de la que intentamos desprendernos lo más rápidamente posible. Sin embargo, esa emoción tiene causas más profundas de las que no somos conscientes. Las causas no son sólo subjetivas, sino que se encuentran dentro de la propia estructura y valores de la sociedad. La ambición, la codicia, la competitividad, la búsqueda continua de éxito y placer nos aíslan tanto en el ámbito laboral como en las relaciones íntimas. Si comprendemos que la ambición es la causa de la soledad, entonces estamos atentos a su actividad en nuestras vidas. Vemos que el conformismo, el ejercicio de la voluntad, el deseo de convertir lo que es en lo que debería ser forman parte de la ambición, del aislamiento, por lo que no son los medios de abordar la soledad. En la observación de la ambición la mente se vuelve altamente sensible e inteligente, percibe el peligro de la ambición y se aleja naturalmente de ella. Esto plantea la cuestión de cómo ganarnos el pan en un mundo regido por la ambición, la competitividad y el engaño. Eso es perfectamente posible porque la ausencia radical de ambición y soledad significa que somos interiormente autosuficientes. Entonces nuestras relaciones no son de uso y conveniencia sino de sensibilidad, consideración y afecto.


3. La Soledad en la Relación


La relación es lo más importante en la vida. Si no hay relación no hay vida en absoluto. Y no hay relación sin acción, sin estímulo y respuesta. En la relación nos formamos imágenes el uno del otro y esas imágenes, que son memoria y están, por consiguiente, en el pasado, introducen un factor de tiempo que nos separa y genera conflicto. Y donde hay conflicto no hay relación, que es la esencia de la soledad. Esa soledad es destructiva, venenosa porque impide el verdadero afecto y conduce a la infelicidad, la incompatibilidad y el divorcio. La creación de imágenes forma parte de nuestra actividad egocéntrica, del énfasis en el yo, que es la causa del aislamiento. Y donde haya aislamiento, tiene que haber apego, dependencia, agresividad y sufrimiento, todo lo cual destruye la relación y desemboca en la soledad. Por consiguiente, es muy importante observar la formación de imágenes, pues sólo en la ausencia de imágenes existe la posibilidad de una relación amorosa y verdadera. Darse cuenta sin elección, es decir sin nombrar, comparar, sin apego o condena, es esencial. Las imágenes resultan de la falta de atención a lo que es en el instante. Cuando la mente está plenamente atenta no se forman imágenes y las que ya hemos acumulado se desvanecen. Entonces podemos tener una relación sin conflicto alguno. El amor no es deseo, que es el cultivo de las imágenes placenteras de la memoria. Si podemos vivir sin egocentrismo, entonces la acción no produce aislamiento, soledad y sufrimiento.


4. Dependencia, Apego y Soledad


Una de nuestras exigencias psicológicas fundamentales es la búsqueda de seguridad y
permanencia en la relación, lo que conduce a la dependencia. Depender psicológica o
emocionalmente de otro genera la problemática del apego, con sus celos, miedo, dominación y conflicto. Al indagar en las causas de la dependencia descubrimos que es una fuga de algo más profundo y ese algo es la soledad. Mientras haya soledad, habrá dependencia y uno no será libre para descubrir la verdad. La dependencia genera autoridad, imitación, coacción, regimentación y disciplina. Si la mente está libre de la soledad, no depende de creencias, de sistemas, de nada. La dependencia es exclusión mediante la identificación con un grupo, persona, creencia o idea específicos. El proceso egocéntrico del pensamiento, del yo, nos aísla y genera soledad. Si no huimos de la soledad, la mente, el observador, es la soledad, lo observado. La mente ha creado la soledad y por eso no puede hacer nada al respecto. La mente entonces está sola, vacía y es libre de todo apego y dependencia. La cuestión es si la mente puede liberarse de todo esfuerzo, dualidad y conflicto. Mientras haya conflicto, mientras se esfuerce por ser algo o alguien, mientras sea ambiciosa, la mente no será libre ni sabrá lo que significa amar. Si amásemos a nuestros hijos, mañana mismo acabaríamos con todas las guerras. Pero no amamos, sino que dependemos. Cuando no hay dependencia hay amor y esa relación producirá un mundo diferente libre de toda división y conflicto.


5. Soledad y Unidad


Todos conocemos el miedo, la aflicción y el antagonismo de la soledad. La soledad es el resultado del pensamiento egocéntrico que cultiva las imágenes excluyentes de la memoria, del deseo de placer, seguridad y permanencia. La soledad, con su aislamiento, dolor y miedo, es la acción inevitable del yo. La comprensión del yo es, por consiguiente, el principio del cese del aislamiento, de la soledad. Cuando se encuentra en ese estado, la mente huye de lo que es hacia lo que no es. Si la mente no condena ni huye de lo que es, la soledad cesa. Entonces surge un estado carente de toda influencia exterior y de la memoria, en el que no hay miedo ni fragmentación, y al que podemos calificar como ‘unidad’. Esto requiere plena conciencia de la totalidad del propio ser, consciente e inconsciente. La soledad tiene que terminar para que haya unidad. La unidad es indivisible y la soledad es separación. La unidad es la purga de todos los motivos, apetencias y fines del deseo. Sólo nos podemos comunicar de verdad, sólo hay una verdadera relación, amor, cuando esa unidad existe. Sólo lo solo, lo unido e íntegro puede comulgar con lo que no tiene causa, lo inconmensurable, pues ha trascendido la dualidad y el tiempo.


Sesiones diarias en línea por la tarde

10:00am-1:00pm Hora del Pacífico


Moderador

Javier Gómez Rodríguez
es oriundo de España. Cuando tenía catorce años leyó un libro de Krishnamurti que le impresionó profundamente por su verdad y sabiduría. De 1975 a 1978 fue estudiante en Brockwood Park, la escuela fundada por Krishnamurti en Inglaterra en 1969.


Posteriormente cursó estudios universitarios en Estados Unidos, obteniendo un Bachelor of Arts (B.A.) en Artes Liberales (Filosofía y Letras) por la Universidad de St. John’s College en Santa Fe, Nuevo Méjico, y un Masters (M.A.) en Lengua y Literatura Españolas por la Universidad de Texas A & M en College Station, Tejas. Después de dar clases de español como lector durante un año en la misma universidad, regresó como profesor a Brockwood Park. Allí se encontró de nuevo con David Bohm y colaboró con él en la exploración de su propuesta de diálogo.


Javier pasó dos años (1993-95) como investigador en residencia en la sede de la KFI en Chennai, India. A su regreso a España, facilitó un grupo de diálogo inspirado en la obra de K, tradujo varios libros de K al español y fue miembro de la junta directiva de la Fundación Krishnamurti Latinoamericana, la fundación responsable de la
difusión de la obra de K en el mundo de habla hispana. También se incorporó a Krishnamurti Link International (KLI), una asociación de antiguos miembros del personal de Brockwood formada por Friedrich Grohe, el industrial alemán que fuera amigo íntimo de K durante sus últimos 2 ó 3 años de vida. Javier fue uno de los
editores de The Link, la revista de KLI que servía de foro internacional para el estudio de las enseñanzas.


En el 2000 Javier se mudó a los Países Bajos, donde sigue residiendo. Ha estado colaborando con el comité holandés de K y sigue formando parte de KLI. Actualmente edita la revista anual Friedrich’s Newsletter.


En 2016 Javier comenzó a dar un curso general sobre la vida y obra de K. La idea de este curso parte de su impresión de que las enseñanzas son universales y una vía potencial de autoconocimiento y transformación. Como tales, considera que merecen ser ampliamente difundidas y estudiadas a fondo, pues son una verdadera
educación para la humanidad. Como resultado de la pandemia, actualmente ofrece su curso sobre la vida y enseñanzs de K online. De interesarles, pueden informarse visitando: www.thebookofyourself.com.


Javier está actualmente escribiendo un libro sobre la vida y enseñanzas de K basado en su investigación para el curso.